domingo, 17 de septiembre de 2017

Libros para una isla desierta


He aquí una pregunta que todo el mundo ha escuchado ¿Qué libros te llevarías a una isla desierta? Es una pregunta antigua, así que no la podemos calificar como meme. Yo imagino que esa pregunta la inventó la policía en los tiempos en que se acostumbraban las islas prisión y a los presos había que mantenerlos entretenidos para que no pasen el tiempo cavando túneles con cucharitas. No es tampoco una pregunta con truco, ni una adivinanza, porque no hay una respuesta correcta. Ni siquiera es una pregunta filosófica, que lleve a los filósofos a una larga disertación que termine hablando de Dios. Es simplemente, una pregunta irreal, porque la gente no va a leer a una isla. No me imagino a un crucero con una biblioteca realmente surtida en caso de naufragio, tal vez porque nunca he subido a uno.

Lo que a  la gente le interesa es la lista que el interrogado es capaz de producir, para ver si ese alguien es tan culto como nosotros o si, por el contrario, sólo puede mencionar las tonterías de moda. Esto me lleva a pensar también que la famosa pregunta es una suerte de test de inteligencia para dummies, una forma de ver si piensa igual que nosotros, y darnos la oportunidad de sacar a relucir nuestra cultura y reclamar por qué no ha incluido los libros que a mi me gustan.

Afortunadamente, nadie me ha hecho nunca esta pregunta, aunque sí he respondido a las variantes que preguntan sobre las películas o discos apropiados para una isla desierta. Pero como lo que interesa ahora son los libros, me he puesto a pensar sobre el tema.

Supongo que cada uno tiene sus necesidades personales que influirán en la lista. Algunos, pensando en que los van a dejar solos en una isla, elegirán literatura pornográfica para matar el rato, como quien dice. Otros, con ese razonamiento que vemos en los certámenes de belleza, elegirán nombres de autores famosos como si fueran títulos de libros. Algunos, me temo, se sentirán más que tranquilos con libros para colorear. ¿Y qué es lo que elegiría alguien como yo? Veamos.

En primer lugar, el chiste es que tienen que ser libros, no se vale kindle ni iPads, por muy provistos de libros que estén, ya que supuestamente no vamos a encontrar un enchufe en una isla desierta para conectar el cargador. Aquí tendría que preguntar de qué tamaño es la isla desierta en la que me piensan abandonar ¿Tiene palmeras o algo que haga sombras? Si no es así, conviene llevar un libro grande que me sirva de parasol. Los libros de gran dimensión tienen además la ventaja de tener letras grandes, lo que será muy útil para seguir leyendo aún si una tormenta abate mi isla.

En una isla desierta no encontraré comodidades, así que tal vez sea una buena idea llevar algún libro que pueda quemar para hacer una buena fogata. Ya se me están ocurriendo varios autores de libros de autoayuda que parecen a propósito para este fin.

Otra pregunta que haría sería cuánto tiempo me piensan dejar en dicha isla. Si la estadía es corta, bastarán algunos cómics o una antología de chistes de náufragos. Si por el contrario, piensan dejarme y olvidarse de mí (lo que suena más probable), hay varios libros de longitud intimidante que siempre dejo para después cuando tenga tiempo. Balzac, Tolstoi o esa edición crítica de El Quijote vienen a mi mente. Se me ocurre ahora un detalle. La lectura no debe ser muy absorbente, no vaya a ser que pase un barco y no me dé cuenta por estar leyendo.

Pero si me pongo a pensar que la mía será una estadía larga debería llevar libros que me ayuden a sobrellevar el trance, algo así como “Robinson Crusoe” o “El señor de las moscas”. Aunque sería mejor todavía el libro de cocina de las 100 recetas de algas y cangrejos, el que enseña a hacer manualidades con cocos, o "Construcción de balsas para Dummies".

Si me dejan tranquilo el tiempo suficiente en una isla desierta, puedo emprender la tarea de encontrar los mensajes ocultos en algunos de los libros más conocidos, como “Alicia en el País de las Maravillas” o “Ulises”, que tengo para mí que es una broma descomunal que nos quiso jugar Joyce. Vamos, con bastante tiempo, incluso puedo descifrar el manuscrito de Voynich, las centurias de Nostradamus y un par de palimpsestos de yapa.

La última pregunta, que debió ser la primera, es si se vale llevar libros que uno ya ha leído, o debo indicar libros que me falta por leer. Lo lógico sería lo segundo, aunque a mí no me molestaría releer algunos que no visito hace tiempo.

Ya decidida mi lista de libros, me pongo mis pantalones cortos, gorro y anteojos de sol, y mi paquete de libros para emprender viaje a aquella isla. Por desgracia, ninguna agencia de viajes me ofrece un tour con naufragio incluido. Para qué preguntan si no van a cumplir, pues.

3 comentarios:

  1. Cabría lugar para una solitaria acompañante lectora de libros, aficionada al Jazz? Aunque para serle franca no tendria forma de hacer funcionar el reproductor, aun con todo y eso quiza podria usted acompañarne a tontear contando estrellas, o quiza sufrir con él desentonó de mi voz con alguna que otra acapela...
    Felicitaciones caballero como siempre sus escritos son maravillosos, nunca deje de imprimirle su humor personal.

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    Respuestas
    1. En una isla deshabitada supongo que hay sitio para una presencia femenina, aunque me temo que en una noche estrellada pensaría menos en ocupar mi tiempo leyendo que en tratar de hacer la isla menos deshabitada, no sé si me explico.
      Gracias por las palabras.

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  2. Perfectamente ;)....Caballero

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