Los peruanos, y sobre todo los iqueños, conocen la Huacachina. Para los que no la conocen, aqui va un poco de historia:
La laguna de Huacachina era el lugar a donde iban los iqueños a refrescarse en los dias de verano, allá por el siglo pasado (que feo suena esto desde que entramos al nuevo siglo). Aquellos que conocen Ica sabrán que es un valle rodeado de desierto por todos lados. Y la Huacachina, una laguna que formaba un oasis en medio del arenal, era el balneario mas cercano. No solo eso. Sus aguas de color verde se consideraban medicinales, lo que sumaba un atractivo mas. El tiempo de apogeo de la Huacachina fue alla por los años 60 del siglo pasado (insisto, suena feisimo esto del siglo pasado). En ese tiempo podia encontrarse extranjeros, gente de la alta sociedad y artistas como Servulo Gutierrez, quien dejo una imagen de Santa Rosa garrapateada en uno de los bares que rodeaban la laguna.
Yo visite la Huacachina por primera vez cuando era niño, y vi sus aguas aun verdes, pero ya sin brillo. Empezaba la decadencia. La laguna se habia encogido, las orillas ya no bañaban los escalones del malecon y los mayores ya comentaban que ocurriria lo mismo que con la Huega, otra laguna de gran fama que se seco alla por el año cuarenta y... quien sabe. Sin embargo, aun quedaban los fotografos ambulantes, que podian contar la historia de los grandes personajes que se bañaron en la laguna, y de como algunos bañistas audaces se habian ahogado atrapados por las algas al tratar de atravesarla a nado. Tambien podian contar la leyenda de la laguna. La he encontrado en un libro y la trascribo toscamente aqui:
Cuando Pachakutek, despues de doblegar la resistencia de los iqueños, se dirigia rumbo al norte a seguir su campaña triunfal de conquista, sus subalternos le hicieron notar la falta de uno de sus generales. El ejercito imperial dio media vuelta para encontrarlo y castigarlo ejemplarmente. El general se habia prendado de una bella iqueña y se habia refugiado en la laguna. Pachakutek no podia dejar pasar aquel acto de insubordinacion y condeno al general a muerte, pero admirado por la belleza de la que lo habia causado, decidio perdonarle la vida. No sabia el Inka que en cuestiones de amor no se puede quitar la vida de uno sin quitarsela tambien al otro. El uso que le dio la bella iqueña a su perdonada vida fue arrojarla a la laguna para seguir a su amado en su viaje a la eternidad. Por eso, las noches de luna llena, a medianoche, puede escucharse su llanto. En quechua, Huaccac China quiere decir "llanto de mujer".
A los pocos años, regrese a la laguna. Se habia reducido ya a la mitad de su tamaño, y sus aguas eran de color marron rojizo. El turismo habia caido a su minima expresion y en el municipio se discutia como salvar la laguna. La solucion fue darle a la laguna una vida artificial. Se le inyecto agua para mantenerla viva, pero lo que hicieron en realidad fue fabricar una poza que estaba en el mismo sitio y tenia el mismo tamaño, pero ya no era la laguna de la Huacachina. La ultima vez que estuve alli me di cuenta de que era una laguna falsificada, con aguas celestes y sin misterio alguno. Los valientes esfuerzos para recuperar la laguna incluyeron le renovacion del malecon y la importación de 9 dromedarios (?) para curiosidad de los visitantes. Todos los dromedarios murieron casi al mismo tiempo victimas de una alimentacion mas apropiada para burros sudamericanos que para camelidos africanos.
Ayer he leido el chiste cruel de que el municipio de Ica ha declarado en emergencia la laguna debido a que no se le esta bombeando agua para mantener su nivel. Es decir, hay que echarle agua constantemente a la laguna para que no se seque. La Huacachina, convertida desde hace años en piscina municipal, se secara si le cortan el agua. El Municipio de Ica, se resiste a la eutanasia de la Huacachina. No lo se, tal vez el mundo se esta acabando y los milagros de sirenas y fantasmas de amantes tragicos ya no tienen cabida en este nuevo milenio que cada vez deja menos espacio a la imaginacion de un niño que fue.
